HOLA:
Simplemente escribo esta carta con la expectativa de que todo quede claro antes de mi partida. No es facil decirle adios a quien se ha amado como yo lo he amado, pero tampoco hay dolor más grande que el de verme agonizante frente a su indeferencia. Por tal motivo decidí sacar el poco coraje que aun sobrevive para escribir en esta carta la verdad de lo que esta pasando.
Hace algún tiempo, decidí entregarte mi vida sin temor alguno, me rendí a tus pies para que fueras tu quien guiara mis pasos, pero hoy reniego de todo aquello que hice porque no entiendo el dolor que me propinas por amarme. Y de verdad lo intento, llegué hasta a aceptarlo todo porque en el fondo estaba en mi la certeza de que algún fin tenías, pero hoy que veo el dolor que embarga mi alma, me pregunto: ¿Por qué te seguí? Y no puedes dudar del amor que te he profezado, pero ahora mi alma se rinde ante el dolor de la herida que tu forma de enseñar le ha propinado.
"No son pruebas", eso me han dicho muchos, pero hoy para mi este dolor tan intenso demuestra que muchas veces tu forma de educar no es la más correcta, pero igual me rindo. Rindo ante ti mi alma si eso quieres, me derroto por completo ante tu voluntad. Voluntad que aunque no entiendo acepto resignada porque a fin de cuentas ya no tengo fuerza para más. ¿Cual fue mi pecado? ¿Fue acaso el haberme enamorado de quien tu consideras incorrecto? ¿Fue acaso ese el motivo por el cual sin consideración decidiste por mi y lo alejaste? De verdad no entiendo tu forma de amar, pero con el alma rota y las ilusiones muertas te digo con las pocas fuerzas que quedan: ME RINDO!! De verdad ME RINDO!! pero por favor aleja de mi alma el dolor de la herida que me desangra en este momento.
Por primera vez desde que tu estas en mi vida, temo ser incapaz de aguantar; me desplomo de a poco sobre el suelo con cada herida abierta y con el recuerdo de cada cicatriz que la vida me ha dejado. Y duele!! duele tener que verlo en la distancia, aceptando que no sea tu voluntad que yo este junto a él. Apesar del dolor nunca solté tu mano y siempre busqué tu rostro en cada tropiezo, pero hoy con dolor confieso que la herida propinada no fue un simple escarmiento sino el golpe más duro en mucho tiempo. Es una herida profunda que fracturó de nuevo mi alma, desangró mis ilusiones y rompió mi corazón, pero a fin de cuentas que soy a tu lado..nada, soy solo la ovejita que por descuido cayo en la boca del lobo y quedo mal herida.
Temo por mi vida y es que siento que se extinguen mis ganas, porque no logro entender como apesar de todo, se repite la historia y soy yo nuevamente la dañada. Soy yo quien de nuevo sufre sin poder ser consolada y yo sola cargo con el peso de un amor que siendo solo mio hoy por poco me mata. No puedo seguir!! Estoy agotada!! mis fuerzas no son suficientes para sacar por ahora mi alma mal herida de este campo de batalla. Y entonces con la vida ensangrentada y mi ser agonizante te grito para que oigas: ME RINDO, TU GANAS!! SOLO SANAME O LLEVAME PERO NO ME DEJES AQUI TIRADA!! Esta frio a mi alrededor y no logro divisar la calma. Debo alejarme pero ¿como? ¿Debo acaso dejar de sentir para superar esto? ¿Es acaso esa tu gran lección?
De cualquier manera dejo consignada en esta carta mi renuncia, mi derrota plasmada en palabras. Ya no es por cobardía sino por haber sido vencida en una guerra que inicialmente no he debido luchar. DIOS ME RINDO!! HAZ DE MI LO QUE QUIERAS!! A fin de cuentas esta herida para ti debe tener algun fin, aunque a mi me mate.
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