Es posible que por algunos días recibas mensajes bobos como los de esta mañana....
Es posible que necesite decir lo que pienso y lo que siento para que no me estalle la cabeza o el corazón.
Me disculpo por la intensidad, pero la necesidad de comunicarte lo que siento viene del mismo espacio interno en donde se encuentra mi rabia, mi dolor, el sentir que injustamente este fue el giro de los eventos que por tu error me tocó aceptar.
Es posible que escriba solamente por algunos días más, hasta que el hastío por quererte tanto me lleve a odiarte e inevitablemente a alejarme del todo. Serán solo unos días más mientras me habituo a tu ausencia, mientras el corazón me duela y sienta la necesidad de saber de ti.
Este hábito se romperá por tu indiferencia, por quererme tener a tu manera sin contemplar como es que en verdad te necesito. Está locura mía de extrañarte, de escribirte, de buscarte, de esperarte se resolverá en el momento en que acepte lo poco importante que parezco ser para ti.
Porque a mí se me desangra el alma y me da vuelta la cabeza todo el día preguntándome por ti, mientras que quizá tú en tu mundo me extrañes de forma insipiente, casi intangible como un recuerdo vago de algo que una vez tuvo importancia para ti.
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