lunes, 23 de marzo de 2020

RETOMANDO

El sonido de una melodía ya conocida,
me acompaña mientras intento con palabras expresar
lo que mi corazón estúpidamente se ha permitido sentir.

Y es que de nuevo es mi corazón el que paga con dolor
mi maravillosa idea de traer el pasado a mi presente,
de amarrarme de nuevo inocentemente  
a la ilusión que me regala su mirada, sin tener en cuenta para nada
la dura verdad que se escapa entre sus labios. 

No haberla dejado de amar, fue mi pecado
pensarla, extrañarla, querer saber de usted
son necesidades que se vieron saciadas en el momento que usted volvió,
sin embargo con usted llegaron las preguntas, las dudas, los temores,
con usted llegó la intranquilidad que romántica se oculta para darle paso
a una infantil ilusión.

No importa como la ame,
en silencio y a distancia no funcionó antes
siendo valiente, clara y entregada tampoco funciona hoy,
o si funciona, la ambigüedad de este "nosotras" de ahora
no me permite ver con claridad si de su parte también hay amor.

Habiéndola perdido antes, habiendo sufrido el dolor de su insípido adiós
el temor de perderla nuevamente me inmoviliza
el temor de sentir nuevamente como la vida se me escapa en una palabra
no me deja tranquila haciéndome querer huir, 
pero eso es imposible cuando me amarré voluntariamente a su mirada
al verde de sus ojos que me hipnotiza 
y al sonido de su voz que me trae calma.

Quiero llamar prudencia a esa incapacidad que tiene de entregar el alma,
pues de ser cobardía, mi corazón sufriría más por ver como
a pesar de la disposición, sin importar la honestidad con que he hablado
y las seguridades que he intentado demostrarle
no soy suficientemente valiosa como para querer arriesgarse a estar junto a mi.

Usted lo vale todo y por eso todo le he entregado,
le he abierto la vida, el corazón, he desnudado mi alma
he aceptado sus heridas, sus cicatrices, sus temores
pero aun así parecer ser insuficiente para que decida
para que corra el riesgo
y sin pensarlo tanto acepte finalmente que me ama
y se decida ser feliz junto a mi.

Arriesgarse cuesta, pero si vale la pena
ese riesgo no es un salto al vacío,
es un acto de fé...



No hay comentarios: