El sexo es este maravilloso acto, impulsivo, instintivo, casi animal, en el que el deseo es artífice de nuestros movimientos, gestos, sonidos, nos convertimos en marionetas manejadas por la lujuria, por el querer poseer al otro, recorrer al otro, sentir al otro; un acto sublime que de ser vivido bien (y de acuerdo a las habilidades de ambos) termina normalmente con una explosión interna, con un arranque que te desconecta del mundo, con el movimiento rítmico de las contracciones que te indica el final de la faena. El sexo es un momento en que nos desinhibimos, dejamos de lado las personas que normalmente somos y nos convertimos en alguien más, por un instante nos desconectamos, para conectarnos con ese otro que esta a nuestro lado, para hacernos uno con ese que es objeto de nuestro deseo. El sexo es divertido, entretenido, es un buen ejercicio y genera gran satisfacción, sin embargo me pregunto ¿qué tanto estoy yo dispuesta a dejar para conseguir un poco de placer momentáneo?
Si vemos el sexo como una entrega mutua, significa que estas donando una parte tuya al otro, osea estas entregando algo que es propio tuyo para goce y disfrute de la persona con quien estas, conclusión: estas dejando algo. Si vemos el sexo como un encuentro en el que solamente buscas conseguir placer a costa del otro, estas dejando de lado el experimentar la intimidad completa que debe ser el motor de los encuentros sexuales, osea: estas dejando de lado algo. En conclusión cada vez que se tiene sexo, puede estar ganando un orgasmo, experiencia y conocimiento en técnicas y posiciones, pero estas dejando algo de ti por conseguirlo.
No niego que esta cuestión del sexo me confronta constantemente, pues me divide el deseo y la lógica que me dicta que no vale la pena renunciar a algunas cosas por un orgasmo. Muchos al leer esto podrían decir : "La cuestión esta en saber manejar el sexo, pero esa es una parte muy importante en una relación", bueno yo en mi experiencia me atrevería a decir que el sexo complica las cosas, una vez pierdes el pudor inicial el resto va creciendo como una bola de nieve colina abajo y de repente te ves atrapada en una relación cuyo mayor grado de intimidad está en la cantidad de orgasmos que puedan "compartir". No lo digo en tono de arrepentimiento, ni como lamentándome por haberlo hecho, es solo que reflexionando sobre esto me pregunto ¿Qué tan dispuesta estoy a renunciar a una intimidad emocional fuerte con mi pareja por la sensación de placer que trae consigo el sexo?
Extraño mis relaciones previas, aquellas en donde primaban la confianza, los detalles, las miradas, los poemas. Puede parece un concepto infantil de una relación, pero ¿Quién dijo que tener sexo era una regla para que funcionaran las relaciones de pareja? y si es así entonces ¿debería tener sexo con cada pareja que tenga durante mi vida, solo por el hecho de que es mi pareja? Me encantaría tener claridad con respecto a este tema en particular, es confuso e inquietante no saber como manejar esto, como dejar de lado el deseo y buscar algo más que solo placer. El sexo es como la manzana de la discordia en mi vida: me divide entre lo que deseo y entre lo que todos dicen que esta "bien". No desconozco el placer del sexo, esa sensación de descontrol que se siente, pero no quiero que esa sea la sensación por la cual se mueve mi vida, de lo contrario corro el riesgo de vivir de orgasmo en orgasmo, envuelta en pseudo relaciones que no me conducen a nada, que empiezan y concluyen con cada encuentro, pero que no aportan nada más. No es cuestión de elegir bien con quien hacerlo, porque aun con amor (de acuerdo a mi experiencia) se corre el riesgo de transformar el amor en lujuria y ese deseo será el motor de una relación que terminará siendo un encuentro netamente físico y nada más.
La madurez del tener sexo no es solamente tener claro las consecuencias que trae consigo el hacerlo (embarazos, enfermedades...) es también tener la madurez emocional y sicológica como para decidir que eso que estas por vivir esta de acuerdo al proyecto de vida que quieres, a tus creencias, a tus valores y ética. No es solo por ganas o porque el deseo te lleve a hacerlo, es también porque en el fondo de tu corazón sientes que es lo correcto, la mayoría de las veces el deseo no te deja escuchar ni lo que el corazón dice o lo que la razón te dicta.
Escribir es catártico y además permite tener mayor claridad en relación a lo que se quiere, a lo que se desea, a como se deben llevar las cosas. No me da vergüenza, no siento pena de decir que a la edad que tengo soy virgen y puede que muchos piensen que por eso tengo estas inquietudes "porque no has probado eso tan bueno". Puede ser verdad, pero no por eso he dejado de experimentar cosas que me llevan a concluir que el sexo sin sentido, el sexo enmarcado en una amor inmaduro, el sexo enmarcado en la moda, no es la forma correcta de vivirlo. El sexo sin conciencia, el sexo desmedido, el sexo porque sí, lastima al alma y puede dañar el corazón. No para decir "te amo" debes abrir las piernas, no para demostrarle al otro lo que sientes debes desnudar tu cuerpo, no para compartir intimidad con quien amas debes acostarte con él o ella, NO!! esas muestras de afecto están más relacionadas con las condiciones de quien eres, de lo que deseas, de eso que con tanta fuerza anhela tu corazón. Me cuesta creerlo y mantenerme firme, pero el amor no se encuentra de cama en cama, el amor no se encuentra entregando tu cuerpo. Como escuche alguna vez en una conferencia "la lujuria no espera; el amor espera mucho para darlo todo"...Esa debe ser mi esperanza, que el hombre que llegue a mi vida entenderá lo que significa eso de esperar, de permanecer, de crecer, de amar...aun si digo que no...él entenderá y yo podré finalmente experimentar lo que significa amar de verdad...
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