martes, 22 de diciembre de 2020

UN TOQUECITO DE REALIDAD...

Mientras me pierdo fácilmente en su sonrisa, en su voz, en su mirada. 

Mientras me ahogo en el silencio impuesto de quien teme condenarse por hablar. 

Mientras suspiro en la soledad de mi cuarto añorando el roce de su mano, sus labios en los míos o su cuerpo cerca a mi. 

Mientras vuelo en el sueño de esto que nos pasa, mientras como combustible uso el amor que por usted profeso y me alimento de aquellos momentos en que noto lo que siente usted por mi.

Mientras pasa todo eso que me conforta por dentro, una palabra me recuerda la realidad de esta relación que es medio relación, pero a la que yo le he apostado todo. 


Tal vez la culpa es mía por entregarme rápido, por creer que vale la pena intentar no una sino mil veces estar junto a usted. 

Tal vez la falla está en creerle a mi corazón que sueña con que lo que quiero a su lado es reciproco, es mutuo, es de las dos. 

Tal vez la falla está en dejarme conquistar por su sonrisa, por la mirada, por la voz, ignorando así las demás señales que me indican que aunque el amor exista es más grande su temor. 

Tal vez perdí desde el comienzo en esto por estar dispuesta a todo, por llenarme de coraje para estar junto a usted.

Tal vez es hora de romper esta burbuja en que estamos juntas y tal vez deba aceptar que por mucho que la ame y mucho que diga amarme esta relación parece estar condenada a estar en lo escondido como un chisme de pasillo que todo el mundo sabe, pero nadie puede confirmar; a vivir solamente en los espacios donde no se muestre al mundo lo que somos, siendo a medias, o a conveniencia, pretendiendo no ser aunque los somos, negando, simplemente no siendo. 


Como si de realidades paralelas se trataran, la mía, la suya y la nuestra distan de la realidad que hay, pero inevitablemente lo que es se impone y con un toquecito de cruda realidad me recuerda que usted es la vida que quiero y que yo para usted soy un secreto a voces que teme aceptar.  


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