Que incomodad más grande recorre mi cuerpo, hoy que como no me pasaba desde hace mucho, me siento perdida y algo cansada, pues como es ya clasico en mi caminar, luché contra el prejuicio del mundo para terminar aceptando derrotada, que era cierto lo que me decian los demás. Por una terquedad fundamentada por completo en lo utopico de mi idea de AMOR, camine sin mirar, abrace sin desconfiar y le abrí con una caricia la puerta a una nueva desilución, que sin pensarlo ni un momento, en el alma se me clavo y logró destruir casi por completo el sueño inocente de encontrar un amor bueno, un amor cierto, un amor que fuera más que un cuento, un amor REAL.
Me siento como atrapada entre la realidad ante mi expuesta y la ilusión que descansa en el fondo de mi corazón. De a poco pasa el tiempo, los minutos se van envueltos en melancolia y yo me quedo aqui, algo cansada, pero esperanzada en que esta mala racha pasará y más adelante no significará nada más...solo un recuerdo vacío de quien nunca fuiste y que ya no llegarás a ser. Es imposible creer que fuera cierto, sin querer permití que entraras y cortaras sin piedad lo que por tanto tiempo protegí. Como un niño cuando confia, completamente desprevenido y sin desconfianza puse en tus manos mi ilusión y sin esperarmelo, como llegaste te marchaste dejandome inquieta, sola y lastimada. Sin remordimiento aparente decidiste por ambos y yo permití que lo hicieras. Tonta yo, por confiar y tonto tu por pensar que despues de tu partida no me iba a levantar.
Esta noche reconozco sin temor o vergüenza que tu actitud lastima, que tu presencia me pesa y que tu recuerdo me agota, pero con la misma fuerza con la que te entregué en algún momento mi corazón y decidí con ello hacerte parte de mi vida, grito al mundo, que aun lastimada seguiré y que esta herida que hoy sangra dentro de poco sanará y tu no serás más que el recuerdo casual de una circunstancia que llego a mi vida, que lastimó pero que ya no esta. Serás como un mal sueño, en el que por más malo que sea en el fondo siempre esta la certeza de despertar. Ahora duele, no lo niego, pero a medida que pasa el tiempo pienso que te convertiras en una experiencia más y podré darte las gracias por obligarme a madurar.
