Desde hace ya algun tiempo, noto como la emoción que me producía el verte, se ha convertido en un pensamiento de dolor constante en el que el recuerdo de lo que antes era hermoso, hoy no es otra cosa que el pasado de un presente sin ti. Y es que confieso con cierto malestar que aunque no quiera te extraño y aunque no deba espero que en un momento no muy lejano, te des cuenta que es a mi lado que deberías estar, solo a mi lado y nada más.
Me disgusta, este sentimiento que crece cuando te veo, es como un dolor no se en donde, que me imposibilita quererte libre, quererte como antes, amandote sin temor de nada y con todas las ganas de que te quedes a mi lado. No puedo decir que estoy enamorada, pero si puedo decir que te amo; que te amo sin la necesidad de tenerte al lado, tan solo pido la certeza de saberte mio, de saberme tuya, de saber que esto es nuestro. Hoy me haces más falta que nunca, hoy extraño no sé porque tu presencia, pero también me atormenta esta sensación que me deja el imaginarte dueño de otra, propiedad ajena, la ilusión nueva de alguien que espero te quiera, pero que quiza no logre como yo, conocer cada gesto, enamorarse de cada mirada, sonreir complice de una historia que es solo nuestra y que aunque el mundo quiera nunca entenderá.
Esto es tan solo un pensamiento, pues el orgullo se ha interpuesto y no me permite abrazarte cuando quiero, decirte que te extraño, que necesito de ti un abrazo, que quiero saberme parte de tu vida y no como hoy en día; un recuerdo vago de lo que antes era, pero que ya no es. Antes que amante imaginario, eres mi amigo real y ese sentimiento real de perdida es lo que hoy me talla, lo que no me deja olvidar del todo, que te siento lejos y que a veces pienso que es inevitable mantenernos lejos un tiempo, antes de que alguno de los dos logre concluir que es demasiado inmaduro no tomar la decisión madura de mantenernos cerca sin el dolor de un quiza que ya no fue y que puede no sea jamás....
Las ideas profundas del ser, son el reflejo de la verdad de cada persona. Estas son algunas ideas del ser que hasta ahora estoy conociendo..osea YO MISMA!!
sábado, 27 de febrero de 2010
martes, 2 de febrero de 2010
NERPUV: CRONICA DE LA NOCHE EN QUE DECIDÍ MATARTE
Que noche más larga. El sueño no llega, parece que la ansiedad que me produce tenerte a mi lado ha logrado hasta quitarme las ganas de seguir soñando. Tonta yo, por creer que eras tu. No eres, simplemente no fuiste, no eres, no serás. Este amor se convirtió en lo que por tanto temí encontrar: Habito. Se nos convirtió en costumbre esto de tenernos al lado y sin hacer de este desamor un acto consciente, inconscientemente nos ha acortado la vida, nos ha robado las ganas. Será inevitable que esta misma noche, antes que el amanecer caiga y nos descubra juntos pero distantes, tu presencia se convertirá en mi recuerdo y mi deseo se verá saciado al ver inerte lo que eres aun. Me alimentaré de tu cuerpo, mientras con un gesto te hago creer que todavía habita algo de la pasión que antes existía y que desde hace tanto se agotó.
Lo he decidido, me ataré por última vez a tu cuerpo, te haré mío y dejaré que creas que soy tan tuya como antes. Me besarás esperando encontrarme, deseando que no te deje, grabando en tu memoria cada parte de mi cuerpo, cada textura, cada olor, cada caricia. Y justo hay mientras sientes que el éxtasis de saberme tuya esta casi en su cima, tomaré de tu cuerpo todo el aliento que le queda y sellaré con un beso, la última entrega que haré de mi cuerpo a ti. Y entonces mientras me observas asombrado con el terror en tus ojos y con un "¿por qué?" pendiendo de tus labios, te miraré a los ojos y sonreiré sabiendo que vencí finalmente al tedio, a la agonía de un amor aparentado, de caricias insípidas y besos vanos. Me sabré llena de ti y completamente ajena a tu ausencia. Me sabré de nuevo propia y continuaré como hasta antes de tu llegada, cazando, buscando esperanzada a aquel que entre sueños aun recuerdo y que espero re-encontrar pronto.
Giro entonces mi rostro y dirijo mi mirada hacia ti. Te veo dormido, distante y aun tan bello, tan inquietante. Cerrando los ojos te doy un beso, tu te sorprendes hace ya mucho tiempo que no hago eso y sin temor de más me tomas entre tus brazos, aprontándome fuerte con las ansias de saberme tuya y de no querer perderme. Por más que quiera llorar no lloro, pero me refugio en el brillo de tus ojos y en lo cálido de tus caricias. Esta noche será definitivamente el momento en que sin temor de más y quizá con algo de malestar, decida quitarte la vida, para poder con ello rehacer la mía.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)