jueves, 21 de enero de 2010

UN ENCUENTRO INEVITABLE

He pospuesto por tanto tiempo, encontrarte de nuevo perdido en lo profundo de mi silencio, mimetizado con el medio y oculto entre los muchos recuerdos que mantengo en mi mente en los que inevitablemente tu rostro es una presencia constante. He hecho lo imposible por convencerme de estar haciendo lo correcto al ignorarte, pero resulta desconcertante la forma en la que pierdo el control de mi cuerpo y mi corazón enloquece por completo cuando te siento cerca o presiento que estas por llegar.
No puedo ocultar del todo la intranquilidad que llega contigo y que solo con tu presencia se hace más clara para mi. Me resulta imposible disimular mi corazón herido y mi ilusión acabada, cuando tu como si nada, simplemente me sonríes con la certeza que nada ha cambiado y como antes mi corazón enamorado te recibiría abierto de par en par con la alegría que traía tu presencia...ese brillo que antes eras, hoy es tan solo oscuridad. ¿Cómo detengo el tiempo para que no corra? ¿Cómo le hago para posponer más tiempo el encuentro cierto que debo tener contigo? No quiero!! simplemente no quiero ser observadora de la destrucción indolora de mi alma; no soporto ser testigo de como mi alma torturada pide piedad, mientras mantiene en su mirada un poco de esperanza, de esa esperanza que me arrebata del todo tu presencia. Sé que es inevitable verte; será imposible no coincidir en algún sitio que ambos frecuentamos, mientras que pretendo con una sonrisa insulsa, que nada pasa, que nada duele, que nada de lo que fue alguna vez está. Tu me mirarás sonriente y aunque en el fondo sabes lo que ocurre, preferirás mantenerte ignorante, para no "dañarme", para no confundirte, para no afrontar. ¡¡Que encuentro más amargo!! que dolor más profundo y que dulce es el cansancio, cuando se ha agotado el alma, en la batalla contra el desamor. Tu solo empuñaste la espada, yo con mi terquedad y mi infantilidad la enterré en lo profundo de mi alma, agotando con cada palabra las últimas esperanzas que habitaban en mi alma hasta que llegaste!!

martes, 12 de enero de 2010

UNA INQUIETUD

Hoy temo decir en serio que de nuevo mi boca ansia tus besos y mi cuerpo extraña el calor de ese abrazo que igual nunca recibí. No quiero creerlo, me rehúso a pensar que es cierto y que sin previo aviso en contra del propio destino y de la decisión de mi corazón, hoy te encuentro de nuevo perdido entre el limite delineado de mi sueño prohibido y mi obligada realidad. ¡¡Bendita inquietud que atormenta mi alma!! bendita seas por recordarme que mi alma esta viva y que más talla del temor o del mismo dolor es un alma dispuesta a seguir entregando aunque muchas veces como esta noche sienta que no puede dar más!!

sábado, 2 de enero de 2010

ENCUENTRO CONMIGO



Perdida en mi mirada
encontre a la niña dulce

que una tarde sombria

perdí.

La encontré cortando rosas

y llorando espinas

soñando con cuentos de hadas

entres nubes de papel.

La encontré sentada
sola y sonriente

mirando el horizonte

esperando el atardecer.


La tomé por el brazo
con unas ansias inmensas de saber que sí era ella,
pero al darse vuelta me di cuenta

que su rostro no era otro
que el rostro del ayer.

Vi en sus ojos esperanza
y la dulzura que había en su alma

me conmovió tanto y tan al fondo,
que mirando mi reflejo en sus ojos

una lagrima derramé.

Tomó mi rostro entre sus manos
y mirandome a los ojos
con una sonrisa en los labios

todo mi dolor se llevó.
Me abrazó calidamente e inocentemente,
me brindo en silencio el consuelo
que mi alma necesitaba
para continuar.


En cuanto tomo mi mano supe,
que en ese preciso momento
ella, mi reflejo

me llevaría a mi final;
pero con la valentia de mi lado

y la libertad que da el amor
seguí a mi callada amiga

hasta donde ella quería llegar.

Y me llevo hasta un bosque
donde las hadas jugaban
y se escondían timidamente

tras los rayos de luz.

Y recordé como cada noche
cuando todos duermen y el cuerpo descansa,
mi alma curiosa volaba entre la luna y las estrellas
hasta casi ver el sol
para llegar finalmente a ese planeta
a donde solo podía ir yo.

Noches aquellas!!
cuando era la luna quien escuchaba mis penas
y el vaiven de las olas
eran mi melodica canción.


Recordé en un instante
aquel caballero andante

cuya arma era el coraje

y su más grande virtud era la pureza de su corazón.
Recordé el brillo en sus ojos
y el calor que su sonrisa daba;
la seguridad que sus brazos me confería
y esa ternura que yo tanto amaba.


Recordé aquella tarde
en la que el ocaso fue testigo
de un adiós que mi alma odiaba;
mientras callada y perdida,
herida y confundida
miraba con desconcierto
como mi flamante caballero se marchaba.

Hoy mientras estaba
perdida en mi mirada

reconocí ese grito alto
que hace mucho no escuchaba.


Hoy escuche por última vez
el canto de sirenas y hadas
que en mi vida había,
pero que se fueron con tu partida.